sábado, 13 de julio de 2013

EL CUENTO DE LA CIVILIZACIÓN

Se han creado muchos cuentos a través de la historia del hombre, para capturar el poder y tener sometidos a grupos de personas, para que trabajen a favor de quienes habían desarrollado el lado malo de la especie que es el aprovecharse de la plusvalía que produce el trabajo denigrantemente valorado.

Hay algunas razones que impulsaron esta denigrante labor.
Y que lamentablemente abonaron a favor de estos cuentos; entre ellos, la idea de los seres superiores dentro de la especie, la llamada “supervivencia de los más aptos”  que algunos hombres supieron aprovecharla (hablando de la supervivencia de los más fuertes “primer cuento”) en su favor, convirtiendo esta ley natural en privilegio, primero de los que ostentaban el poder de la experiencia, los más ancianos que tenían delante de ellos hombres ansiosos de poder (aquí aparece por primera vez la figura de los asesores, muchos de ellos nefastos pues o tienen oscuras intenciones o defienden a oscuros personajes) luego los que tienen el poder de las armas, más tarde, el poder (político) de la verborrea ante la ignorancia y el cuento que “el pueblo así lo quiere” y “es lo que la gente desea” apropiándose posteriormente ser los representantes de la voluntad popular, amañadamente ganada en otro cuento llamado “democracia”.
El cuento mayúsculo es el de la “CIVILIZACIÓN” en nombre de ella los grupos de poder, respaldados por las armas y de aquellos que son capaces de vender su alma y a su madre por un puñado de vergonzosas monedas, se apoderan de recursos naturales, de los espacios ecológicos en que viven los nativos; ya se olvidaron del famoso “UTI POSSIDETIS” que empleaban para repartirse las tierras en las épocas independentistas, ahora ese derecho ya no se le reconoce a los nativos empleando el cuento del “estado” que es el que regula la vida en sociedad, (el cuento de la “sociedad”) esa sociedad que la formaron tan solo para el beneficio, nuevamente, de los que tenían las armas…  hoy en el Perú asistimos, a esa mascarada que se da en todo el mundo.
Al asumir un nuevo gobierno la administración del estado, que busca dar más atención a los pobres y más reconocimiento de sus derechos… vemos como salen a vociferar aquellos que ni siquiera defienden lo que personalmente quieren si no lo que quieren los grupos de poder, tanto nacionales como extranjeros… (Perros del hortelano).
Y  hay otros cuentos más:   “el cuento de la justicia”, someterse al mandato de otros basados en leyes que han sido preparadas para que siga el statu quo.
El cuento de la “solidaridad”, para que solo los pobres contribuyan con su magro sueldo a asistir a otros pobres, mediante campañas que deberían sostenerlas los empresarios que explotan al pueblo, etc.

Y así… seguirán creándose cuentos para mantener el dominio de alguna manera de los pocos (y ahora más ilustrados) sobre los muchos que deben padecer de una educación de magra calidad, con el nuevo cuento “de la meritocracia” para tener sometidas a las masas de trabajadores a la voluntad del capital (continua el aprovechamiento malsano de la plusvalía) manteniéndolos asustados con una evaluación que nunca quisieron hacerla verdaderamente justa. 

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